Su generosidad nos capacita para ministrar el evangelio. ¡Su regalo hace la diferencia!
¿Por qué damos?
¡Porque estamos agradecidos!
Creemos que el dar se hace desde un corazón de agradecimiento en agradecimiento por todo lo que Dios ha hecho por nosotros y continúa haciendo en nuestras vidas.
2 Corintios 9:7 NVI: "Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con alegría."
2 Corintios 9:11-12 NVI: "Ustedes serán enriquecidos en todo sentido para que en toda ocasión puedan ser generosos, y para que por medio de nosotros la generosidad de ustedes resulte en acciones de gracias a Dios. Esta ayuda que es un servicio sagrado no solo suple las necesidades de los santos, sino que también redunda en abundantes acciones de gracias a Dios."
2 Corintios 9:7 NVI: "Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con alegría."
2 Corintios 9:11-12 NVI: "Ustedes serán enriquecidos en todo sentido para que en toda ocasión puedan ser generosos, y para que por medio de nosotros la generosidad de ustedes resulte en acciones de gracias a Dios. Esta ayuda que es un servicio sagrado no solo suple las necesidades de los santos, sino que también redunda en abundantes acciones de gracias a Dios."
¡Porque confiamos en Dios!
Cuando damos, estamos confiando en Dios para proveernos y cuidarnos. También reconocemos que todas las cosas buenas vienen de él.
Proverbios 3:5,9 NVI: "Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia. Honra al Señor con tus riquezas
y con los primeros frutos de tus cosechas."
Proverbios 3:5,9 NVI: "Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia. Honra al Señor con tus riquezas
y con los primeros frutos de tus cosechas."
¡Porque el diezmo es de Dios!
El diezmo es un acto de adoración que expresa nuestra gratitud, fe y amor.
Levíticio 27:30 NVI: "El diezmo de todo producto del campo, ya sea grano de los sembrados o fruto de los árboles, pertenece al Señor, pues le está consagrado."
Malaquías 3:10 NVI: "Traigan íntegro el diezmo para los fondos del templo, y así habrá alimento en mi casa. Pruébenme en esto —dice el Señor Todopoderoso—, y vean si no abro las compuertas del cielo y derramo sobre ustedes bendición hasta que sobreabunde."
Levíticio 27:30 NVI: "El diezmo de todo producto del campo, ya sea grano de los sembrados o fruto de los árboles, pertenece al Señor, pues le está consagrado."
Malaquías 3:10 NVI: "Traigan íntegro el diezmo para los fondos del templo, y así habrá alimento en mi casa. Pruébenme en esto —dice el Señor Todopoderoso—, y vean si no abro las compuertas del cielo y derramo sobre ustedes bendición hasta que sobreabunde."